Denuncias por Tortura
contra agentes de la
Policía Municipal y Local





PM-1/96		El 9 de enero, un vehículo todo terreno de la Policía 
Municipal de Madrid arrolló la motocicleta en que viajaba JAVIER PASTOR en 
la calle Ofelia Nieto, después de que su conductor no atendiera la indicación de 
detenerse efectuada por los agentes. Posteriormente los agentes detuvieron y 
denunciaron a este por resistencia a la autoridad. La actuación policial provocó 
una protesta de los testigos del atropello.


PM-2/96		El mismo día, 9 de enero, VÍCTOR P. C., fue agredido por 
dos agentes de la Policía Municipal de Pasajes (Guipúzcoa). Como 
consecuencia de la agresión Víctor fue llevado al Hospital Aránzazu, donde 
quedó ingresado para ser intervenido quirúrgicamente de la fractura de 
mandíbula sufrida.
	La agresión tuvo lugar en la calle Gelasio Aramburu de Antxo (Pasajes) 
cuando Víctor P. paseaba con un amigo y observó como los dos agentes se 
apeaban de un vehículo policial. Al preguntarles si iban a poner un cepo en 
algún vehículo se inició una discusión con los agentes. En un momento de la 
misma, un agente se abalanzó sobre Víctor P. y le golpeó en la espalda con la 
porra lo que le hizo caer al suelo, donde fue esposado y golpeado nuevamente 
por el agente.
	Tras la agresión, los agentes municipales detuvieron a Víctor P. por 
agresión e insultos a la autoridad.


PM-3/96		El Ayuntamiento de Chiclana (Cádiz) abrió un expediente 
disciplinario a uno de los agentes de policía municipal de la localidad por la 
agresión sufrida por un detenido, en la tarde del 27 de enero de 1996, en los 
calabozos de dicho cuerpo. El decretó de la alcaldía se tomó "a la vista de las 
diligencias practicadas por la Policía Local con motivo de la detención de 
JULIO MERA SÁNCHEZ y visto el informe emitido por el oficial jefe, del que se 
desprende que por parte del mencionado policía se han realizado hechos que 
pudieran ser constitutivos de falta muy grave, consistentes en abuso de 
atribuciones y malos tratos hacia las personas que se encuentran bajo su 
custodia".
	El agente expedientado se encontraba, ese día, destinado en otras 
dependencias, pero  solicitó el relevo para dirigirse hasta el depósito carcelario 
de la localidad, donde se encontraba una persona detenida por haber agredido, 
momentos antes, a una agente de la Policía de la localidad de Medina y esposa 
del citado agente.


PM-4/96		Un agente de la Policía Local de Elche (Alicante) y 3 
agentes del Cuerpo Nacional de Policía destinados en esta ciudad, fueron 
absueltos por el Juzgado de Instrucción nº 7 de Elche de la acusación de malos 
tratos y abuso de autoridad que contra ellos habían dirigido por seis jóvenes 
pertenecientes a una agrupación ecologista que, el 11 de febrero de 1996, 
protestaba contra las corridas de toros. Por su parte, los agentes denunciaron a 
dos de los jóvenes agredidos por atentado y resistencia a la autoridad. Esta 
segunda causa está pendiente de resolución .


PM-5/96		En la madrugada del 23 de febrero de 1996, agentes de la 
policía local de Palma de Mallorca detuvieron a un joven que viajaba en un 
vehículo denunciado como sustraído poco antes. Al ser detenido, el joven fue 
agredido por los agentes que le trasladaron, poco después, a los calabozos del 
cuartel de San Fernando de la capital balear, donde volvió a ser golpeado 
repetidamente por otro agente.
	Tras ser puesto a disposición judicial, el joven, que llevaba un brazo en 
cabestrillo, fue puesto en libertad y acudió al Hospital General donde le fue 
apreciada una fractura en la muñeca y diversos golpes, contusiones y 
hematomas en varias partes del cuerpo.
	El Juzgado ordenó la apertura de una investigación de estas agresiones.


PM-6/96		En Reus (Tarragona), el 2 de febrero de 1996, JOSÉ 
GIRÁLDEZ, estacionó su coche unos instantes en doble fila para realizar una 
llamada telefónica. Al regresar vio a dos agentes de la policía municipal 
intentando retirar su vehículo con una grúa se dirigió hacia los agentes. Al no 
llevar encima la documentación del mismo y negarse los agentes a que fuese a 
su domicilio a recogerla, José Giráldez optó por introducirse en el vehículo del 
que fue sacado violentamente por los policías, quienes le denunciaron por 
resistencia a la autoridad. A consecuencia de la actuación policial José 
Giráldez sufrió lesiones, denunciando por su parte a los agentes policiales.
	En octubre de 1997, La Audiencia de Tarragona absolvió a José 
Giráldez de los delitos que le imputaban los agentes y, al mismo tiempo, 
condenaba al cabo de la policía local XABIER JAUME MARTORELL y al 
agente PEDRO ESQUIS como autores de un delito de detención ilegal y una 
falta de lesiones en la persona de Giráldez.


PM-7/96		Un agentes de la Policía Municipal de Coria del Río 
(Sevilla) formuló una denuncia contra el sargento jefe de la policía local de la 
localidad, MANUEL G. B.,  quien le agredió el 21 de febrero de 1996.
	Según la denuncia, ese día, cuando se disponía a marcharse a su 
domicilio después de cubrir su turno de trabajo, fue requerido por el sargento 
para que acudiese a su despacho. Una vez allí, el sargento le dijo que no se 
"metiera más con su madre y con su mujer" y acto seguido le propinó un 
puñetazo que le causó una rotura de nariz.
	En diciembre de 1997, en la sección IV de la Audiencia Provincial de 
Sevilla  se celebró el juicio por esta agresión, tras el cual el Tribunal condenó al 
sargento Manuel G. B. como autor de un delito de lesiones.


PM-8/98		El 28 de febrero de 1996, agentes de la Policía Municipal 
de Avilés agredieron a FRUTI PONTIGO cuando se disponía a mediar entre los 
agentes y un grupo de okupas que efectuaban un acto de protesta en el edificio 
del Ayuntamiento.
	Ese día, varios miembros del colectivo okupa de Avilés penetraron en el 
Ayuntamiento con una pancarta en contra del desalojo del colegio El Nodo, 
ocupado desde junio del año anterior. Otras personas permanecían en el 
exterior en apoyo de las mismas reivindicaciones.
	Agentes de la Policía Municipal procedieron a sacar violentamente, 
arrastrando escaleras abajo a las personas que habían penetrado en el 
Ayuntamiento,  uno de los cuales fue golpeado por varios policías en las 
puertas del edificio.  En ese momento Fruti Pontigo, miembro del Colectivo 
Ecologista de Avilés, que intentó mediar y evitar que continuara la agresión, fue 
golpeado por uno de los agentes municipales.


PM-9/96		El Juzgado de Instrucción nº 5 de Las Palmas de Gran 
Canaria decretó, en marzo de 1996, un auto de prisión provisional eludible bajo 
fianza contra dos agentes de la Policía Municipal RAMÓN BOLAÑOS y JOSÉ 
CARLOS BRITO acusados de haber propinado una paliza a un joven tras 
requerirle en carné de identidad, que no llevaba encima.


PM-10/96		El 7 de marzo de 1996, tres miembros de la Organización 
Nacional de Ciegos, GREGORIO VÁZQUEZ, PEDRO JOSÉ SEBASTIÁN y 
JAVIER LACÁMARA, presentaron una denuncia contra varios agentes de la 
Policía Municipal de Zaragoza por agresión y malos tratos.
	Según la denuncia, la agresión se produjo cuando los denunciantes se 
encontraban en un bar de la calle zaragozana de Predicadores, repentinamente 
fueron golpeados y tirados al suelo por unos agentes de policía local  que les 
acusaban de haber robado una cartera. Tras la agresión fueron trasladados a 
la Comisaría de la calle Ponzano de la que salieron en libertad sin cargos poco 
después, trasladándose al Hospital Provincial donde les expidieron los 
correspondientes partes de lesiones.


PM-11/96		El 8 de marzo de 1996, ROBERTO LÓPEZ SIMÓN y JOSÉ 
CRUZ CALDERÓN fueron golpeados por un grupo de agentes de la Policía 
Municipal en la Glorieta de Atocha de Madrid. Tras la agresión fueron detenidos 
y conducidos a las dependencias policiales de las que salieron en libertad poco 
después. Tanto Roberto como José sufrieron lesiones de las que fueron 
asistidos en centros sanitarios.
	La agresión se produjo después de que el coche que conducía Roberto 
llegase a la Glorieta de Atocha y se encontrase con que el tráfico estaba 
cortado. Roberto se bajó del vehículo para preguntar a unos agentes qué 
camino podía tomar para dirigirse a su destino. Uno de los agentes le ofreció 
por toda respuesta empujones e insultos al tiempo que le amenazaba con 
ponerle una multa por aparcar en lugar prohibido. El mismo policía llamó a 
otros agentes que estaban en las cercanías, quienes nada más llegar y sin 
preguntar lo qué ocurría comenzaron a zarandear a Roberto.
	José, cuando vio lo que ocurría bajó del vehículo y pidió a los agentes 
que dejaran a su amigo, siendo golpeado por uno de los agentes con la porra 
hasta que cayó al suelo donde fue esposado mientras recibía insultos y 
amenazas. Entretanto, Roberto era empujado por varios agentes contra la 
barandilla del subterráneo allí existente donde fue golpeado, insultado y 
empujado al suelo hasta ser esposado, en esta situación continuó recibiendo 
nuevos golpes.


PM-12/96		Un ciudadano italiano y su novia fueron agredidos por 
agentes de la Policía local de Moraira (Alicante). Según la denuncia y las 
personas que presenciaron los hechos, el incidente fue iniciado por los propios 
agentes de policía que arremetieron contra el joven por estar aparcado en 
doble fila. Igualmente uno de los agentes propinó un puñetazo a la novia del 
joven cuando intercedió por este. Finalmente los agentes detuvieron al 
conductor al que denunciaron por insultos y amenazas a agentes de la 
autoridad.


PM-13/96		Según la denuncia formulada ante los Juzgados 
madrileños, el 23 de abril de 1996, varios agentes de la Policía Municipal 
agredieron a ANDRÉS ROMERO FUENTES que necesitó asistencia en un 
hospital, en el que permaneció ingresado un día. La agresión se produjo 
cuando Andrés Romero había aparcado su taxi en un lugar no autorizado junto 
a la madrileña Estación de Norte.
	La federación Profesional del taxi de Madrid presentó una querella 
contra los agentes que agredieron a Andrés Romero.


PM-14/96		El 1 de mayo de 1996, FRANCISCO MONTES 
FERNÁNDEZ, fue agredido por el agente de la Policía Municipal de Arganda 
(Madrid) CARLOS LÓPEZ HÉRNANDEZ que le causó un fuerte derrame en un 
ojo, traumatismos faciales múltiples y un agudo dolor en el cuello.
	La agresión tuvo lugar ante numerosos testigos, después de que 
Francisco Montes tuviera un incidente sin importancia con el vehículo particular 
del agente municipal en el que no hubo colisión ni daño alguno. Minutos 
después, el agente, que estaba fuera de servicio pero aún vestía la chaqueta 
del uniforme, se dirigió a Francisco Montes y tras decirle "ves lo que has 
hecho", comenzó a propinarle puñetazos en la cara y le tiró al suelo donde 
continuó la agresión.
	Cuando llegó una patrulla de la policía local, avisada por los testigos, los 
agentes esposaron al agredido, Francisco Montes, al que introdujeron a la 
fuerza en el vehículo policial al tiempo que decía "vamos, hijo de puta", 
mientras eran acompañados por el agresor en su propio vehículo.


PM-15/96		Según la denuncia presentada, el 7 de junio de 1996, dos 
agentes de la Policía Municipal de la localidad madrileña de Majadahonda 
acudieron al bar regentado por INMACULADA CALDERÓN para notificarle un 
expediente por incumplimiento de horario. En ese momento sólo estaba en el 
establecimiento el marido de la titular, JUAN RAMÓN LUCAS, quien se negó a 
recoger la notificación por lo que fue detenido y esposado por los agentes bajo 
la acusación de desobediencia a la autoridad. Tras esposarle, los agentes le 
golpearon y tiraron al suelo. En ese momento llegó al local Inmaculada 
Calderón y su cuñado  MIGUEL ÁNGEL LUCAS quienes al ver el trato recibido 
por su familiar trataron de mediar y fueron objeto de nuevas agresiones por 
parte de los agentes y detenidos a su vez.
	Una vez en libertad, Inmaculada Calderón, Juan Ramón y Miguel Ángel 
Lucas acudieron al hospital Clínico de Madrid donde se les apreció 
traumatismos craneo-encefálicos a los tres, esguinces cervicales a dos de 
ellos, y una fractura en la mano en el caso de Miguel Ángel. Ninguna de estas 
lesiones figuran en los partes del ambulatorio, que la policía municipal puso a 
disposición del juez.


PM-16/96		El 9 de junio de 1996, ANTONIO SÁNCHEZ IRAOLA 
viajaba con su mujer por las calles de Coslada (Madrid) cuando vio al 
conductor de una moto caído en el suelo deteniéndose a ayudarle. Poco 
después llegó al lugar un vehículo de Protección Civil de la localidad y Antonio 
Sánchez ayudó al herido a introducirse en este segundo vehículo para ser 
trasladado al centro sanitario.
	Posteriormente acudió el jefe de la Policía local de Coslada GINÉS 
JIMÉNEZ BUENDÍA que iba de paisano y otros agentes uniformados. Mientras 
Antonio Sánchez estaba contando lo que había ocurrido fue agredido, sin 
motivo aparente alguno, por el jefe de policía municipal. Cuando Antonio 
Sánchez intentó pedir explicaciones por el trato recibido, los agentes 
uniformados se abalanzaron sobre él propinándole golpes y patadas por todo el 
cuerpo, tras lo cual fue detenido bajo la acusación de ser autor de un delito 
contra la seguridad del tráfico. Tras quedar en libertad, Antonio Sánchez acudió 
a los Hospitales La Paz y de La Princesa, en Madrid,  donde le fueron 
reconocidas las lesiones sufridas.


PM-17/96		El 16 de junio de 1996, RAÚL MORENO CAZALLA fue 
agredido por varios agentes de la Policía Municipal de Coslada (Madrid), entre 
ellos estaban JOSÉ ANTONIO JIMÉNEZ BLÁZQUEZ, agente nº 8966434, 
ESUTAQUIO LANILLO SÁNCHEZ, agente nº 688638,  JESÚS MARTÍNEZ 
JIMÉNEZ, agente nº 51.672.241, JUAN MANUEL CUEVAS SANCHO, JUAN 
CARLOS NEVADO DE LARA y FERNANDO MARTÍN PÉREZ, cuando se 
encontraba en el centro de Salud del Coslada al que había acudido para recibir 
asistencia médica. La investigación de la agresión corresponde al juzgado de 
Instrucción nº 3 de Coslada.
	El 16 de junio, Raúl Moreno se encontraba con varios amigos en una 
cervecería de Coslada cuando se sintió mal, sufriendo un desmayo. Los 
amigos de Raúl los trasladaron al centro del Insalud Jaime Vera, donde el 
médico de guardia se negó a atenderlo, a pesar de continuar desmayado. Ante 
las protestas de los acompañantes de Raúl Moreno, acudieron seis agentes de 
Policía Municipal con las porras en la mano. Los agentes les pidieron la 
documentación que fue entregada por todos los presentes salvo por Raúl 
Moreno, que estaba recobrando el conocimiento.
	Raúl se dirigió a uno de los agentes pidiendo asistencia médica. La 
respuesta del agente fue golpearle con la porra en la cabeza haciéndole caer al 
suelo. A partir de ese momento, los policías se abalanzaron sobre Raúl al que 
golpearon con las porras, dieron patadas, etc.. Finalizada la agresión, los 
policías detuvieron a Raúl Moreno y los trasladaron a la Comisaría, quedando 
en libertad poco después.
	Como consecuencia de la agresión, Raúl Moreno sufrió una brecha en la 
cabeza que necesitó seis puntos de sutura y numerosas heridas y hematomas 
en cabeza, cara, cuello, espalda, brazo y piernas. 


PM-18/96		Según la denuncia formulada por SOFONÍAS BLANCO 
BRIONGOS, en la mañana de  22 de junio de 1996, fue agredido por dos 
agentes de la Policía Municipal de Soria cuando intentaba parar algún vehículo 
que le trasladase a la localidad cercana de Cidones. 
Según esta denuncia los agentes ABEL DE LA IGLESIA GONZÁLEZ y 
JOSÉ MIGUEL GÓMEZ FERNÁNDEZ, se acercaron al lugar e introdujeron en 
un vehículo policial a golpes a Sofonías Blanco que sufrió traumatismos varios 
en la espalda, abdomen y tobillos.
Un año después, los agentes denunciados fueron juzgados por la 
Audiencia Provincial de Soria. La acusación particular solicitaba penas de cinco 
años de prisión por un delito de detención ilegal y cinco fines de semana de 
arresto como autores de una falta de lesiones. El Ministerio Fiscal solicitó la 
absolución de los agentes. El Tribunal absolvió finalmente a los agentes. La 
sentencia fue recurrida.


PM-19/96		El 28 de junio de 1996, MANUEL MARRERO PÉREZ se 
encontraba en un bar de la ciudad de Barcelona cuando entraron en el mismo 
dos agentes de la Policía Municipal, a los que se dirigió Manuel Marrero 
llamándoles "pitufos". Los agentes abandonaron el local, pero el policía JOSÉ 
MIGUEL BARRALES SÁEZ, esperó a Manuel Barrero en la calle, a la salida 
de este le propinó un golpe en la cara y lo tiró al suelo para, a continuación, 
proceder a su detención por un supuesto delito de atentado y conducirlo a la 
comisaría, donde fue puesto en libertad.
	La Audiencia Provincial de Barcelona condenó, un año después de 
ocurrir los hechos, al agente José Miguel Barrales a la pena de ocho meses de 
prisión y a indemnizar al lesionado.


PM-20/96		Según la denuncia presentada, en agosto de 1996, 
ANSELMO CALVO vecino de la localidad balear de Calvià, acudió a la 
comisaría de la policía local para denunciar al responsable de un espectáculo 
de un local cercano al suyo por el ruido que no dejaba dormir a los vecinos. 
Cuando se disponía a formular la correspondiente denuncia unos agentes le 
empujaron al tiempo que un oficial le propinaba un puñetazo en el ojo. Un año 
después, los Juzgados de Palma de Mallorca absolvían al agente denunciado 
al no poder acreditar la autoría de la agresión sufrida por Anselmo Calvo.


PM-21/96		CARLOS SORIA RABAL, vecino de Soria, presentó una 
denuncia contra dos agentes de la policía municipal  de la ciudad castellana, 
CESÁREO GARCÍA RAMOS y MIGUEL ÁNGEL LOPEZ MATEOS por 
presuntos delitos de detención ilegal y delito contra la integridad moral con 
abuso de autoridad, este último posibilitado por la reforma del Código Penal. 
Por su parte los agentes denunciaron a Carlos Soria por un delito de 
resistencia a la autoridad. El 18 de noviembre de siguiente año, la audiencia de 
Soria, absolvía a los agentes y a Carlos Soria de los cargos que les eran 
imputados respectivamente.
	Según la denuncia, el 23 de agosto de 1996, los dos agentes, de 
paisano, alertados por otro vecino, quién acusó a Carlos Soria de echar 
escombros en una calle próxima, se dirigieron al domicilio del denunciante a 
quien, de una forma agresiva, sin identificarse como agentes y sin leerles sus 
derechos, a pesar de serles requerido, detuvieron a Carlos Soria al que 
trasladaron a la Comisaría.


PM-22/96		El 27 de agosto de 1996, SEGUNDO V., de 53 años de 
edad, observó como un vehículo de la Guardia urbana de L´Hospitalet de 
Llobregat estaba mal aparcado, precisamente en el mismo sitió del que la grúa 
se había llevado su vehículo dos días antes. Segundo V. llamó entonces a la 
grúa para que retirase el vehículo policial. Poco después, mientras esperaba la 
llegada dela grúa se le acercó el agente de la Guardia Urbana FRANCISCO 
CABAÑAS JIMÉNEZ al que comunicó el aviso a la grúa que acababa de dar. 
El agente le requirió, entonces, para que le entregara la documentación. Al 
contestar Segundo V que la tenía en su domicilio y ofrecerse a ir a recogerla el 
agente empujó a Segundo V. y lo introdujo en el vehículo policial trasladándole 
a la Comisaría, según dijo para identificarle, y allí le obligó a desnudarse y le 
golpeó  repetidamente lo que provocó que el detenido, por los nervios y 
desazón que le provocaba la situación se orinase encima. Finalmente el agente 
dejó en libertad a Segundo V.
	En noviembre de 1997, la Audiencia Provincial de Barcelona condenaba 
al agente Francisco Cabañas a la pena de un año de prisión  como autor de un 
delito contra la integridad moral, igualmente le condenó al pago de una multa 
de cien mil pesetas por el daño moral y otras 210.000.- pesetas como autor de 
una falta de lesiones. La sentencia estimó que el agente "conocía exactamente 
el significado degradante de su conducta y no existe ninguna explicación 
racional para la misma". Su voluntad no podía ser otra que la de humillar a la 
víctima".


PM-23/96		El 12 de septiembre de 1996, JOSÉ MANUEL ORDOYO 
aparcó su coche en doble fila en una calle de Logroño (La Rioja) para entrar en 
un estanco a comprar tabaco. Cuando salió del establecimiento observó como 
dos agentes de Policía Municipal estaban anotando los datos del vehículo mal 
aparcado, dirigiéndose a los agentes quienes le impusieron una multa. Los 
mismos agentes se negaron a que Ordoyo abandonara el lugar en su vehículo, 
al parecer tenía el permiso de conducir caducado, así como a que se lo llevase 
un familiar y llamaron a un grúa. Al llegar esta, Ordoyo se introdujo en el 
vehículo para impedir que la grúa se lo llevase. Entonces los agentes le 
sacaron por la fuerza del coche, le tiraron al suelo y, alguno de ellos, propinó a 
Ordoyo varios puñetazos y golpes con la porra, esposándole y conduciéndole 
detenido a Comisaría.
	Como consecuencia de la agresión, Ordoyo sufrió hematomas y heridas 
diversas en la cabeza, espalda y mano por las que necesitó asistencia médica.


PM-24/96		El 22 de septiembre de 1996, CARLOS GARCÍA 
FERNÁNDEZ,  acudió a la Comisaría de Policía local de Soria con la intención 
de recoger un vale para pernoctar en un albergue o pensión de la ciudad. Allí 
se encontró con el agente CESAREO GARCÍA RAMOS, quien le manifestó 
que los fines de semana no se distribuían esos vales y sacó de la comisaría por 
la fuerza a Carlos García a quien propinó un empujón a consecuencia del cual 
Carlos García cayó al suelo y se fracturó el brazo y la muñeca izquierda.
	El Ministerio Fiscal solicitaba se impusiera una pena de cinco meses de 
multa al agente acusado que, igualmente, debía indemnizar al lesionado. En 
febrero de 1998, la Audiencia Provincial de Soria absolvía al agente acusados 
después de que el denunciante  no se presentase al juicio, que intentó 
celebrarse en dos ocasiones.


PM-25/96		El 8 de octubre de 1996, ÁNGEL GÁNDARA RODRÍGUEZ 
y su hermano PABLO se dirigían al Hospital General de Santiago de 
Compostela (A Coruña) donde, este último, debía someterse a una revisión 
médica. Poco antes de llegar al hospital, dos agentes de la brigada motorizada 
de la Policía Municipal se acercaron a los hermanos solicitándoles la 
documentación. Al manifestar los hermanos que tenían prisa por la revisión 
médica los agentes les conminaron a dirigirse a unos almacenes próximos para 
proceder a su cacheo. Allí Ángel Gándara fue golpeado con la porra por uno de 
los agentes. Igualmente recibió numerosos golpes Pablo Gándara después de 
recriminar  la actitud del policía y exigirle que se identificase con su número de 
placa. Ambos hermanos necesitaron, posteriormente, asistencia médica en el 
Hospital General de Santiago.


PM-26/96		El 14 de octubre de 1996, ANTONIO JIMÉNEZ e IGNACIO 
SÁNCHEZ, miembros del Comité de Empresa de Astilleros Españoles en 
Sevilla fueron agredidos por varios agentes de la Policía Municipal de la capital 
andaluza cuando se encontraban en un bar de la Plaza del Duque de esta 
ciudad y los agentes les exigieron la identificación.
	Los sindicalistas solicitaron a los agentes que les informasen sobre los 
motivos de dicho requerimiento negándose los agentes a contestar así como a 
identificarse a su vez con el número de placa. Poco después aparecieron en la 
Plaza varias dotaciones de la policía local cuyos componentes agredieron a 
ambos sindicalistas causándoles lesiones de las que tuvieron que ser asistidos 
en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.


PM-27/96		El 31 de octubre de 1996, agentes de la Policía Municipal 
de Salamanca, causaron lesiones a MARÍA GARCÍA y FRANCISCO ROMÁN 
cuando, siguiendo órdenes del alcalde de la ciudad, desalojaron violentamente 
a una docena de sindicalistas que asistían al pleno extraordinario convocado 
para tratar la prevista privatización del Servicio de Aguas Municipal.  Los 
lesionados presentaron sendas denuncias contra los agentes.


PM-28/96		En la madrugada del 10 de noviembre de 1996, 
ILDEFONSO P. C. y otras dos personas fueron objetos de golpes y malos 
tratos por agentes de la policía Municipal de la localidad gaditana de Jerez.
	La agresión se produjo cuando Ildefonso P. C y sus acompañantes se 
encontraban en el interior de un bar de su propiedad acabando de recoger los 
enseres antes de finalizar su jornada laboral. En ese momento entraron dos 
agentes de la policía local que les exigieron la documentación. Ildefonso P. C. 
solicitó a los agentes que, a su vez, se identificasen, a lo que estos se negaron. 
Cuando Ildefonso P. se acercaba al teléfono para llamar a la Policía Nacional, 
fue golpeado por los agentes municipales. Otro de los presentes, A. G. M., 
intentó ayudar al agredido recibiendo un golpe con la porra en la cabeza.
	Posteriormente los tres fueron esposados y trasladados a la Comisaría 
de Policía Nacional donde quedaron en libertad y fueron informados de los 
pasos que debían dar para interponer una denuncia contra la Policía Municipal.


PM-29/96		El 17 de noviembre de 1996, tres jóvenes vallisoletanas, 
EMILIA C., ANA PATRICIA C. y  LETICIA S. denunciaron a dos agentes de la 
Policía Municipal de Valladolid, con números profesionales 8961 y 8963, por 
detención ilegal y malos tratos.
	Según la denuncia, en la tarde de dicho día los agentes policiales 
obligaron a parar a Emilia que conducía un ciclomotor y le hicieron la prueba de 
alcoholemia. Esto fue visto por las otras amigas que se acercaron a ver lo que 
pasaba. Al verlas Emilia pidió a Ana Patricia que le aparcara bien el vehículo 
mientras soplaba en el alcoholímetro. Cuando Ana cogió este, sin subirse al 
mismo, uno de los policías la agarró y la tiró al suelo, al protestar por el trato 
recibido el agente la amenazó con detenerla. Leticia, que vio lo que ocurría, se 
acercó a ellos y el agente la empujó y tiró al suelo donde le propinó dos 
patadas. Después de esto, los agentes detuvieron a las tres jóvenes, 
introduciéndolas a la fuerza en un vehículo policial  y trasladándolas a 
Comisaría.
	Año y medio después, el Juzgado de lo Penal de Valladolid absolvía a 
las jóvenes de los delitos de atentado, resistencia y lesiones por los que habían 
sido denunciadas por los agentes y concluía, por el contrario, con que los 
agentes se extralimitaron en sus funciones.	


PM-30/96		El 21 de noviembre de 1996, JOSÉ RAMÓN PÉREZ 
GARCÍA, acudió al cuartel de la Policía Municipal de Fuenlabrada (Madrid) en 
solicitud de explicaciones por los daños sufridos en un vehículo de su 
propiedad que había sido retirado por la grúa municipal no obteniendo 
respuesta alguna a su petición, por lo que decidió esperar en las dependencias 
policiales hasta lograr esas explicaciones. Ello provocó una discusión entre 
José Ramón García y el cabo de la Policía Municipal con número profesional 
101, quien agredió y zarandeó a José R. Pérez causándole lesiones de las que 
tuvo que ser asistido en el ambulatorio de la ciudad.
	El Juzgado de Instrucción nº 4 de Fuenlabrada ha declarado que la 
agresión denunciada pudiera ser constitutiva de una falta de lesiones, estando 
a la espera de la celebración del correspondiente juicio.


PM-31/96		Según la denuncia formulada, el 22 de noviembre de 1996, 
BEGOÑA ABAD y su madre PILAR ALFRANCA fueron agredidas por las 
dotaciones de dos patrullas de la Policía Municipal de Zaragoza cuando 
trataban de impedir que la grúa se llevase su coche.
	La agresión tuvo lugar cuando Begoña Abad dejó su coche 
correctamente aparcado en una calle de la capital aragonesa. Una patrulla de 
la Policía Municipal se acercó entonces y pretendió multarla por aparcamiento 
indebido y, además, pretendieron retirar el vehículo a lo que se negó Begoña 
que pidió a su madre, que le acompañaba en ese momento, que llamase a la 
Policía Nacional. Los agentes, entonces tras llamar a una patrulla de apoyo, 
cogieron a Begoña por el pelo, le golpearon la cabeza contra la ventanilla y le 
propinaron diversos golpes con las manos y los pies, tras lo que fue introducida 
en un vehículo policial. Pilar Alfranca, al ver lo que ocurría a su hija, se refugió 
en su coche del que fue sacada violentamente por  los agentes. Una vez 
detenidas, fueron conducidas a la Comisaría donde fueron denunciadas por 
resistencia. Ambas mujeres necesitaron asistencia médica.


PM-32/96		El 27 de septiembre de 1996, un agente de la Policía Local 
de Valencia, que acababa de recibir una denuncia por sustracción de una 
bolsa, solicitó, en la calle Beltrán Bigorra, la documentación a un ciudadano de 
origen marroquí, quien pidió explicaciones y al que el agente instó con gestos 
despreciativos a que callara. 
Cuando el agente estaba comprobando la carta de identidad del 
magrebí, apareció una moto con dos jóvenes. El agente que custodiaba al 
marroquí obligó a parar la moto y, fue entonces, cuando la persona que iba de 
paquete en la moto comenzó a proferir insultos racistas contra el magrebí, que 
se encontraba sentado en el suelo y apoyado en una persiana metálica de la 
calle. Esta persona comenzó a propinar patadas y puñetazos al marroquí ante 
la mirada impávida del agente que en ningún momento hizo nada para detener 
la agresión. Tras ver como propinaba varios golpes a la persona que 
custodiaba, el agente municipal se limitó a decir "Vale, chaval, déjalo, ya está 
bien" tras lo cual el agente permitió que el agresor abandonase el lugar sin 
siquiera identificarle, por contra los agentes procedieron a esposar al magrebí 
al que trasladaron a la comisaría bajo la acusación de robo con violencia.
	La agresión fue presenciada por un redactor de un diario valenciano que 
denunció los hechos.


PM-33/96		El 6 de diciembre de 1996, HAMID DAOUD, ciudadano 
marroquí, se encontraba vendiendo globos en una calle del centro de Madrid 
cuando se le acercaron dos agentes de Policía Municipal que le indicaron que 
debía ir a un portal cercano. Mientras un agente se quedaba en el exterior, 
HAMID DAOUD entró en el portal acompañado del segundo agente, con 
número profesional 5920.1,  quien, nada más entrar, comenzó a golpearle con 
la porra en la espalda, piernas y brazos mientras le decía "te dije el año pasado 
que no vendieras más aquí, y si te vuelvo a coger te voy a llevar a un sitio 
donde no vas a ver la luz del día" tras lo que fue engrilletado y trasladado a la 
comisaría de Policía Nacional del distrito.
	Cuando Hamid Dadoud fue liberado acudió a una casa de socorro, 
donde fue asistido, y denunció la agresión en el Juzgado de guardia.


PM-34/96		El diciembre de 1996, YAFAR HASAN YAHIA, director del 
seminario permanente de Tamazight de Melilla, presentó denuncia contra un 
cabo de la Policía Municipal melillense.


PM-35/96		El 13 de diciembre de 1996, tras la manifestación celebrada 
en el centro de Madrid por la Coordinadora de Grupos Antifascistas, catorce 
personas, entre ellos GUILLERMO BENITEZ CRUZ, GUILLERMO GOIZUETA 
TORRES, JAVIER ORTIZ SÁNCHEZ, DIANA MAQUEDA FUENTES y LUIS 
RAMÓN SARRASI VERA ,  fueron detenidas por agentes de la Policía 
Municipal  y puestas a disposición judicial. En sus declaraciones denunciaron la 
presencia de agentes provocadores y haber sido golpeados tanto en el 
momento de la detención, como posteriormente en las dependencias policiales.
	Un año después, el Juzgado de Instrucción nº 35 de Madrid declaraba 
inculpados como presuntos autores de las lesiones sufridas por estas personas 
a los agentes de Policía Municipal de Madrid números 1032.7, 2940-3, 4726.0, 
4999.2, 5077.5, 5214.0, 5297.0, 5406.9, 5708.3, 5832.4, 6138.4. 
	La Asociación Contra la Tortura se personó en las actuaciones en el 
ejercicio de la acción popular.


PM-36/96		El 19 de diciembre de 1996, agentes de la Policía Municipal 
de Alicante recibieron el aviso de que un ciudadano magrebí se encontraba en 
estado de embriaguez en la estación de autobuses y que estaba causando 
problemas a los empleados de la misma. Tras personarse en esta, los agentes 
se encontraron con MESALAT AMET a quien detuvieron y trasladaron a la 
comisaría quedando poco después en libertad y regresando a la estación de 
autobuses.
	Desde la estación se volvió a reclamar la presencia de los agentes en la 
estación presentándose en ella, poco después, un vehículo patrulla que recogió 
al magrebí. Uno de los agentes, sargento de Policía Municipal, comentó con el 
vigilante de la estación "Ya verás como éste no te va a molestar más" tras lo 
cual condujeron al magrebí a un descampado donde le golpearon 
reiteradamente y dejaron abandonado.
	Días después el sargento que participó en la agresión comentó a otro 
agente lo ocurrido diciéndole "Si llegas a ver la cara que ponía cuando le 
dábamos en los cojones, te mueres de risa". Este agente, a pesar de que 
recibió órdenes para que no redactase nota alguna al respecto, denunció los 
hechos.

  Ver caso PN-5/96.
  El número de personas detenidas y que denunciaron haber sido golpeados fue de catorce. Las nueve personas 
restantes fueron detenidas y golpeadas por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Ver caso PN-45/96.