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BRIGADA INTERNACIONALISTA DE TRABAJO VOLUNTARIO

"GIOVANNI ARDIZZONE"

Ciudad de La Habana, 11 de Septiembre de 1995

"AÑO DEL CENTENARIO DE LA MUERTE DE JOSE MARTI"

La "solidaridad" es en nuestros tiempos forma y esencia de la dominación del capital. La forma es la ingerencia tentacular de aquellos que pretenden "ayudarte" con pretextos religiosos, morales, humanitarios, en un proceso de total anulación de la memoria histórica. Son justamentes estos principios y religiones los que han caracterizado cada momento de la dominación imperialista. En un tiempo los colonizadores lo utilizaban para justsificar las conquistas, ahora lo esgrimen como supuesta ayuda a los más débiles y ya esto debería alarmarnos inmediatamente. La esencia se resuelve con la sumisión total de cualquier relación internacional a la lógica del capitalismo.

A cada campaña de alfabetización, a cada distribución de leche, cada dique u hospital le corresponde un negocio específico, un intercambio de favores, una corrupción que tienen lugar a través del soborno sistemático de la burguesía de los países del Tercer Mundo; solidaridad e intereses del capital están fusionados indisolublemente.

Hoy la solidaridad se utiliza como argumento de pretexto por parte de estados opresores: campañas publicitarias de empresas comerciales enmascaran con esta palabra el incremento de sus ventas; auténticas invasiones militares se justifican con intentos de solidaridad...y, poco a poco se ha modificado y enmascarado el significado de lo que quiere decir "ser solidarios".

Al poner en práctica este modelo, los organismos internacionales, los gobiernos y las grandes instituciones financieras eligen los países en los que se llevará a cabo la "solidaridad" y se le pide a "técnicos especializados" la tarea de llevar a la práctica la ayuda asignada. Invirtiendo el sentido de la solidaridad, se llega al punto de exigir algunas condiciones especiales para poder ser el destinatario de la ayuda económica. Esta forma de intervención sitúa a los pueblos destinados en el terreno de la competencia para la conquista de la "solidaridad". ¡Es fácil adivinar que los países que demuestren una posición de mayor atención y adaptación a las condiciones establecidas por los donantes, recibirán una ayuda mayor!

El interés de los trabajadores, de las grandes masas pobres o miserables, de miles de millones de oprimidos de un sistema que los excluye de la distribución de la riqueza, es apropiarse de la capacidad de sentirse unidos, cada uno con su individualidad, pertenecientes a la clase de los explotados.

Una persona, una organización, es verdaderamente solidaria, en el sentido más amplio de la palabra, si voluntariamente se siente unida a otros por la comunidad de ideas, de propósitos y de responsabilidaddes. De aquí surge el gran potencial de los actos de solidaridad: no sólo el pueblo que la recibe obtiene beneficios de ello, sino el que la ejecuta, se eleva a sí mismo, rompiendo las fronteras impuestas por siglos de subcultura, determinada por sociedades basadas en la lucha competitiva.

La lucha antimperialista es la real solidaridad. Luchar por el socialismo es la única condición para sentirnos "útiles", para situarnos correctamente en el lugar de un país que el lenguaje imperialista define del Tercer Mundo; el ejemplo de Cuba ha significado mucho para todos nosotros en este sentido. El ensañamiento norteamericano hacia Cuba no se explica sólo en la volundad de dominio de los Estados Unidos, sino que encuentra su exasperación en el ejemplo de esperanza que brinda Cuba, ante todo a los pueblos de los países del Tercer Mundo y a aquellos que en los países capitalistas avanzados, creen en la colaboración como base para una sociedad mejor, rechazando la competencia y la carrera hacia el poder y la riqueza que conducen al saqueo de otros pueblos y de todo el planeta.

El 28 de diciembre de 1993 se firmó un acuerdo de colaboración y hermanamiento con la Asamblea Nacional del Poder Popular del municipio Playa.

Los Protocolos firmados en el Museo de la Marcha del Pueblo Combatiente, consideran que "...esta colaboración contribuye a fortalecer los vínculos fraternos y revolucionarios de los pueblos de Cuba e Italia, al conocimiento de ambas realidades, culturas y dificultades actuales, en especial para defender la justa causa del pueblo y del Gobierno Revolucionario en la defensa de las conquistas de la Revolución Socialista cubana, víctima de un criminal bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América..."

Entre las diferentes propuesta analizadas se acordó realizar y recibir en casas de cubanos micro-brigadas de trabajo voluntaio: la primera tuvo lugar el año pasado en el Museo de la Marcha del Pueblo Combatiente, en el período del 13 de julio al 13 de agosto. La primera brigada estaba formada por 11 compañeros que trajeron consigo aproximadamente 2 toneladas y media de materiales tecnológicos, medicina, materiales didácticos y equipamiento, todo por un valor aproximado de 30 mil dólares. Todos los materiales, en acuerdo con las autoridades cubanas, se distribuyeron en las siguientes instalaciones: hospitales, policlínicos, médicos de familia, escuelas, centros culturales y laborales del municipio.

La actual segunda brigada, que llegó el 21 de agosto y que concluirá el 20 de septiembre, está formada por 10 brigadistas y está haciendo trabajos de mantenimientos del policlínico "26 de Julio", los materiales que se trajeron son fundamentalmente medicinas y equipamiento sanitario, material didáctico, de trabajo y tecnológico. El peso, el valor aproximado de la mercancía, el dinero entregado para el mantenimiento del policlínico es similar al del año pasado y la distribución se realiza en la misma forma.

Esta pequeña pero importante ayuda son el resultado de una recaudación que compromete a decenas de militantes en la sensibilización de amplias masas sociales, fundamentalmente trabajadores. Por consiguiente son resultado de pequeños aportes, en ocasiones ofrecidos con emocionante entusiasmo por personas muy humildes y a veces conscientes de que la defensa de la Revolución cubana es la condición para mantener abierta la esperanza de una sociedad mejor, por esto quisiéramos que nuestra presencia, que las cosas que les traemos, sean recibidas por ustedes como una pequeña muestra internacionalista, como gesto simbólico de restitución de una gota de las riquezas que el mundo imperialista ha robado y sigue robando a los países del llamado Tercer Mundo y que, sólo por este contínuo y brutal hurto, una parte del mundo capitalista vive en el más desenfrenado consumismo.

Nuestras brigadas llevan el nombre de "Giovanni Ardizzone", un joven militante comunista, estudiante de medicina que a la edad de 21 años, el 27 de octubre de 1962, durante la crísis de Octubre, en una manifestación en Milán a favor de Cuba, fue asesinado, atropellado por una camioneta de la policía.

Giovanni Ardizzone y Pedro Ortiz Cabrera, muerto este último en 1980 en La Habana, son mártires de la Revolución cubana que nunca deberán ser olvidados.